viernes, 28 de diciembre de 2007

¡¡Brindemos!!


Gracias Andi!
Entré de casualidad a Norte para hacer un regalo
y me encontré con un regalo para mí.
Somos 50 poetas. Celebro estar entre las amigas
-Araujo, Romana, Serrano, Castellano, Walfisch, Jiménez-
en un libro tan, pero tan lindo.
¡Feliz año!

miércoles, 26 de diciembre de 2007

She's so real

Clarisa.
Periodista de la preciosa ciudad de Rosario.
Compañera a distancia.
Quizás mande foto, mientras, la imaginamos tipo Wonder Woman.
Todo fue un malentendido, gozamos las dos
de espléndida realidad.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Nombre falso

Una de las cosas que más me cuesta es encontrar nombre para personajes de ficción. La protagonista de mi novela, por ejemplo, apenas tiene primer nombre: Lucía. Pero no logro dar con el apellido. Así suele pasarme con todos los que la rodean. Sin embargo hoy leo impreso el nombre Clarisa Ercolano en VIVA y pienso que parece el nombre de alguien bien real. De manera que a mi intención de no tomarme las cosas demasiado en serio se le suma la de aprender rápidamente a inventar nombres. Por lo menos, Ercolano, me dicen, fue una importante soprano.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Borradores

Es tarde, muy tarde para estar frente a la compu. Me pongo a imprimir un par de cosas, borradores de un artículo que tengo que entregar. Como no tengo una resma nuevita imprimo detrás de unas hojas usadas. Las hojas dicen: Ministerio de Derechos Humanos y Sociales, Dirección de Promoción del Voluntariado y la Sociedad Civil. Ninguna de estas dependencias -yo trabaaba en la primera y ahora pertenezco a la segunda- hoy se llama igual. Todo es un gran borrador. Algunas cosas hay que tomárselas en serio. Sobre todo, pienso, las largas filas de personas que esperan todos los días en Entre Ríos y Pavón.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ya está, me aburrí


de tomarme en serio.

martes, 11 de diciembre de 2007

Poemas





A VECES cruzo un puente
o encuentro un claro en el bosque
de ahí surgen algunas palabras
me abrazo a ellas como a una flecha
y no me detengo hasta caer a los pies
del último árbol.
Desde ahí veo un pájaro
que podría ser un mirlo, una alondra
pero es más bien un ave tímida
que suspende su vuelo
en la observación de la rama.
Si se quedara ahí prendida de un fruto
con la mirada resuelta
fija en el color anaranjado de su asombro
¿seguiría siendo ave?
¿o sería un pájaro de piedra?
Te lo ofrecería hermana,
un pájaro mío, por algo tuyo;
canta, picotea
es un pájaro expectante de tus cuidados.

NO SOY HÁBIL para medir distancias
pero sé que entre dos piedras
colocadas una al lado de la otra
se abre el mismo vacío que entre dos acantilados.

La distancia más próxima entre nosotras
dos: el padre.
Aún así escucho que dicen
no comparten la madre
no son de la misma religión.
¿Estaremos hechas de la misma naturaleza?

sábado, 8 de diciembre de 2007

Básicos de novela

Será un síntoma del estado actual de la novela esto de hacer explícto que se escribe desde la propia experiencia? Hacerlo, y no tenerle miedo a la primera persona...¿Habrá sido alguna vez, la novela, más que esto? Quizás la tercera persona del realismo decimonónico fue la excepción, y no la regla.

Tenía 12 años cuando una profesora me dijo que mejor escribir sobre situaciones conocidas. Sobre lo que había vivido. Me acuerdo porque yo había escrito como cinco hojas y estaba orgullosa de la extensión del trabajo. (Sí, sólo la extensión me llenaba de orgullo, pero es también válido... sostener la escritura en el tiempo). Era un relato de ciencia ficción. Me quedé helada cuando escuché el veredicto. El trabajo no servía. Había que buscar otra historia. Nunca creí que la profesora tuviera razón y aunque esas cinco hojas pasaron a ser un par de párrafos sobre algún tema más cercano, tengo todavía el recuerdo del placer de las primeras, las que escribí en ese primer impulso, ignorando el llamado de la pluma a transmitir sólo la experiencia. Pero, pensando en la construcción de muchas novelas (buenas) uno encuentra un trabajo similar al del actor que utiliza su memoria emotiva. ¿A eso se refería la profesora? ¿Tenía razón, entonces? Son preguntas básicas, ya sé. Pero últimamente creo que la literatura está construida desde un lugar básico. Esta claro, algunos nacen narradores, otros se hacen y otros pasan la vida pensando que podrían escribir una novela con sus vivencias. También están los narradores de laboratorio, los que hicieron estallar la forma, el tiempo, etc., pero, hoy, son los que menos me interesan.


Ya terminé con Sánchez, o ella terminó conmigo. Lo que más me gustó: la primera descripción, la de la alameda. Y la historia de Elena. Lo que menos: el largo discurrir sobre la caída del campo. Sigo con Ciencias Morales y después, Guebel. En algún momento colgaré un fragmento de mi narración. A ver qué pasa.

lunes, 3 de diciembre de 2007

MI heroína del mes: Matilde Sánchez

Evidentemente hay mundos que atraen más que otros. Quizás por eso no puedo avanzar en Las Islas y al mismo tiempo, no puedo parar de leer El desperdicio, de Matilde Sánchez. Es la primera novela que leo de ella. Seguramente es como dicen y El Dock es mejor que esta. No lo sé. Yo venía escribiendo algún ejercicio narrativo con prosa muy cortada tipo telegrama y al leer la prosa de Matilde S. no puedo evitar sentir la necesidad de cambiar todo lo escrito, de incursionar en esa musicalidad, minuciosidad del lenguaje. Que no es abarrotamiento de adjetivos. Hoy por hoy un pacto de lectura me impide describir exactamente lo que me gusta de la novela. (Este blog no tiene demasiados lectores, creo, pero uno de ellos todavía no la ha leído y quisiera guardar el detalle en las impresiones para nuestras reuniones de verano) Sé que la novela tuvo algunas críticas desfavorables. La mía por ahora está envuelta en el asombro. Hacía rato que no leía algo tan lindo.